NIIF, NIAS y Legislación Fiscal: ¿Cómo Coexisten en la Empresa?

En el mundo financiero y contable, tres siglas generan constantes preguntas: NIIF, NIAS y la Legislación Fiscal. Aunque a veces parezcan querer ir por caminos separados, entender su interacción es crucial para una gestión transparente y cumplida.

¿Qué es cada una?

  • NIIF (Normas Internacionales de Información Financiera): Son el “lenguaje contable universal”. Su objetivo es presentar una imagen fiel de la situación financiera de la empresa para inversores y mercados, priorizando la esencia económica sobre la forma legal.
  • NIAS (Normas Internacionales de Auditoría): Son las “reglas del juego” para los auditores. Aseguran que la auditoría de esos estados financieros (preparados bajo NIIF) se realice con calidad, rigor y consistencia a nivel global.
  • Legislación Fiscal: Es el conjunto de leyes nacionales (como la LISR, LIVA en México) que determina cuánto impuesto debe pagar la empresa. Su enfoque es recaudatorio y responde a políticas públicas, no necesariamente a la “imagen fiel”.

El Punto Crucial: La Doble Contabilidad

La principal diferencia entre NIIF y la ley fiscal radica en sus objetivos. Esto a menudo crea diferencias temporales y permanentes:

  • Un gasto puede ser deducible fiscalmente en un periodo, pero para las NIIF debe registrarse en otro (ej. deterioro de activos, provisiones).
  • Un ingreso puede ser devengado contablemente, pero imponible hasta que se cobre.

Esto hace que, en la práctica, muchas empresas deban llevar dos cálculos paralelos:

  1. El resultado contable (o utilidad NIIF), que se muestra a los accionistas.
  2. La utilidad fiscal, que es la base para calcular el Impuesto a la Utilidad (ISR).

El Rol de la Auditoría (NIAS) en Este Escenario

Las NIAS no intervienen en la creación de las reglas fiscales o NIIF, sino que son la brújula del auditor. Al auditar bajo NIAS, el profesional se asegura de que:

  • Las diferencias entre la contabilidad NIIF y la fiscal estén correctamente identificadas y reconciliadas.
  • El impuesto diferido (activo o pasivo) quede apropiadamente registrado en los estados financieros.
  • Las revelaciones sobre la conciliación entre el gasto por impuesto contable y el impuesto pagadero sean suficientes y claras.

Conclusión para el Negocio

No se trata de elegir entre un marco u otro, sino de integrarlos. Una contabilidad bajo NIIF robusta, auditada bajo NIAS, proporciona la información de calidad para tomar decisiones. Sobre esa base, se aplica la legislación fiscal para cumplir con las obligaciones tributarias.

La clave está en no verlos como enemigos, sino como dos realidades que su empresa debe gestionar de forma simultánea y profesional.